Hemos presentado una moción en el Parlamento vasco a través del grupo Elkarrekin Podemos para impulsar otra forma de abordar la problemática de los residuos urbanos, una fórmula que apueste por aplicar los principios de la economía circular.
En el caso de los residuos urbanos, la economía circular pasa por aplicar el principio de las 3 erres “reducir, reutilizar y reciclar” y exige postergar tanto el vertido como la valorización energética. “El vertido por lo que supone de enterrar las materias primas y la incineración por lo que implica de destruirlas”, ha aclarado José Ramón Becerra, el parlamentario de EQUO Euskadi en Elkarrekin Podemos.
Por ese motivo en la moción se plantea la aplicación de una tasa dirigida a gravar tanto el vertido como la incineración. “Se está jugando al despiste y al engaño, diciendo que las incineradoras terminan con los vertederos. Nada más falso que esa afirmación. Por cada 3 toneladas de residuos que se queman, de la incineradora sale una tonelada de escorias que hay que llevar a un vertedero, y 100 kg de cenizas tóxicas que hay que confinar en una celda de seguridad para materias peligrosas”, ha afirmado el parlamentario verde en Elkarrekin Podemos.
Aplicar los principios de la economía circular permite avanzar en el cumplimiento de la Directiva Marco de Residuos ya las enmiendas aprobadas en marzo: incrementar para 2030 el objetivo de recogida selectiva de residuos urbanos del 65% al 70%, y el objetivo de reciclaje de los residuos de envases hasta un 80%. “Mientras en Alemania reciclan el 80% de los residuos y queman el 20%, aquí vamos a quemar el 80% y a reciclar el 20%. Y eso nos va a hacer incumplir, más temprano que tarde, todas las directrices europeas en materia de residuos” ha lamentado Becerra.
Además de contribuir a la sostenibilidad, la economía circular crea empleo. Según datos manejados por EQUO Euskadi, si en la comunidad vasca se reciclaran todos los materiales reciclables, se crearían 2.500 puestos de trabajo. Además, la sustitución de vertederos por plantas de reciclaje (que no por incineradoras) generaría otros 880 puestos de trabajo adicionales, mientras que la incineradora de Zabalgarbi sólo genera 70.