- El partido verde de Euskadi, tras conocer que la compañía Solaria avanza con el arrendamiento de terrenos en Araba para la instalación de megaplantas fotovoltaicas, urge un acuerdo para que la implantación de las renovables se haga de forma ordenada evitando perpetuar un modelo centralizado, opaco y muy poco democrático
- Berdeak EQUO teme que, bajo el abrigo de Ley de Administración Ambiental aprobada por la mayoría de PNV y PSE en el Parlamento Vasco, que otorga al Gobierno el derecho de imponer proyectos de «interés público» por encima del criterio de los ayuntamientos, reine el descontrol de la expansión de las renovables
- “Es llamativo que se retrase la aprobación del PTS de Energías Renovables de Euskadi hasta febrero de 2024, al tiempo que se utiliza la figura de los PIPS para autorizar aceleradamente megaproyectos de grandes multinacionales sin la necesaria seguridad jurídica, contra la voluntad de los Ayuntamientos y de la población rural alavesa”, remarca el coportavoz verde Joserra Becerra
Una vez cerrada este pasado mes de diciembre la elaboración del borrador del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables de Euskadi, el documento que identifica, selecciona e integra en la ordenación del territorio de la Comunidad Autónoma Vasca los emplazamientos más idóneos para el aprovechamiento energético de origen renovable, Berdeak EQUO considera que los criterios recogidos en ese PTS deberían aplicarse desde ya a todos y cada uno de los proyectos de parques eólicos y solares planteados en el territorio vasco.
De esta manera, aplicando las pautas del PTS tanto a los proyectos anunciados en el último año, como a las ampliaciones y reformas de los implantados en los años 90, quedará asegurado un desarrollo ordenado y homogéneo de las energías renovables en Euskadi.
Sin embargo, el partido verde considera que las restricciones territoriales que contemple el futuro Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables de Euskadi, no tendrán eficacia alguna si el Gobierno Vasco comienza a utilizar la figura de los PIPS (Proyectos de Interés Público Superior) -recogida en su recientemente aprobada Ley de Administración Ambiental- para desarrollar aquellos proyectos que han generado oposición popular en los municipios afectados por su implantación.
Dicha normativa permite al Ejecutivo Vasco aprobar los denominados PIPS, como podría ser una planta incineradora o un vertedero, incluso con la oposición de las instituciones locales de la zona en que se vayan a instalar.
Por este motivo, y tras conocer que la compañía Solaria avanza con el arrendamiento de terrenos en Araba para la instalación de megaplantas fotovoltaicas en terrenos rurales y agrícolas, Berdeak EQUO considera que es el momento para solicitar un pacto político e institucional en Araba y en Euskadi que garantice que esa figura de los PIPS no se usará para desarrollar las energías renovables en Araba, ya que la transición energética debe de ser un reto compartido con unas normas únicas y respetadas por todas las instituciones, y no debe hacerse a la carta en función de intereses u oportunidades particulares. “El interés público superior es el interés de los poderosos, que son quienes pretenden dictaminar e imponer sus criterios desoyendo la voluntad y las propuestas de la ciudadanía. Esta figura a la que ha recurrido el Gobierno tiene tintes autoritarios y proviene de leyes aprobadas en época franquista, como la Ley de Expropiación” ha advertido el coportavoz de la formación verde, Joserra Becerra.
Ya que la propia consejera Arantxa Tapia aseguró en una entrevista radiofónica ‘no estar pensando en aplicar la nueva Ley de Administración Ambiental a los parques eólicos’, Berdeak EQUO pide que esa declaración de intenciones quede sellada en un acuerdo de país que certifique que los PIPS no se usarán para el despliegue de las renovables en Euskadi, eólica y solar fotovoltaica, fundamentalmente.
Por último, el partido verde echa en falta en el documento del PTS alguna alusión al tipo de modelo energético a implementar. En este sentido Berdeak EQUO reitera su apuesta por la implantación de renovables a través de un desarrollo descentralizado para que la riqueza generada a partir de los recursos naturales no quede siempre “en manos de unos pocos”, sino que repercuta en la población local y en las empresas de los territorios donde se implanten.