EQUO Berdeak reclama al Gobierno Vasco que garantice la disponibilidad de mascarillas infantiles ante la inminente salida de los menores a la calle

  • José Ramón Becerra: “El Ejecutivo Vasco debería de incrementar los esfuerzos para garantizar el aprovisionamiento de protecciones infantiles, dadas las actuales dificultades de Euskadi para autoabastecerse”

Tras el anuncio de Pedro Sánchez de que permitirá la salida con condiciones a la calle de los menores a partir del 27 de abril y ante las nuevas recomendaciones del uso generalizado de mascarilla, EQUO Berdeak reclama al Gobierno Vasco que garantice la disponibilidad de mascarillas para menores. De esta manera, cuando salgan al exterior, se contribuye a su seguridad sanitaria y a la del resto de la población.

Pese a que desde los colegios farmacéuticos señalan que ya existen mascarillas de tamaño pequeño para niños con asma o inmunodeprimidos, y desde la patronal de fabricantes de productos sanitarios (Fenin) afirman que fabricarlas no sería complicado, el Gobierno Vasco debería de incrementar los esfuerzos para garantizar el aprovisionamiento y disponibilidad de este tipo de productos, dadas las actuales dificultades de Euskadi para autoabastecerse.

Ya la semana pasada se han registrado problemas para asegurar el suministro de equipos de protección suficientes en la comunidad vasca, unas dificultades que se ha puesto en evidencia de forma dramática en el caso del personal sanitario. “Para evitar en la medida de las posibilidades que se repitan los mismos problemas de suministro registrados con las protecciones para adultos, el Gobierno Vasco debe trabajar desde ya de manera que padres y madres puedan adquirir las mascarillas infantiles y así puedan sacar con mayores garantías sanitarias a sus hijos e hijas a la calle tras el confinamiento de mes y medio”, ha apuntado el coportavoz de la formación José Ramón Becerra.

Respecto a las salidas de menores a la calle, el partido verde ya solicitó el pasado 3 de abril que se fuera estudiando esa posibilidad de salidas cortas bajo la supervisión de un adulto a partir del inicio del proceso de desescalada, dada la preocupación por los efectos negativos  físicos y psicológicos que podría implicar para algunos menores este encierro.