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El diputado Juantxo López de Uralde considera que no se puede seguir esperando la construcción de una nueva depuradora para el 2020 mientras se siguen produciendo continuos vertidos incontrolados al río.
Tras la respuesta recibida desde el Gobierno central a una pregunta presentada ante la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, que confirma que “desde un punto de vista técnico, las causas de los últimos vertidos al Zadorra a su paso por Salvatierra fueron debidos al infradimensionamiento de la EDAR”, el diputado Juantxo López de Uralde insta a las instituciones a acelerar las obras de la depuradora de la localidad alavesa. “No podemos seguir esperando la construcción de una nueva depuradora- tal y como ha anunciado el diputado general de Álava, Ramiro González- para el 2020, porque entonces ya será tarde. Se debe actuar ya porque en los seis meses que llevamos de año, son cinco los episodios graves registrados debido al mal funcionamiento de la instalación. No se puede seguir sometiendo al río y su entorno a ese constante maltrato”, ha remarcado el coportavoz de EQUO y diputado por Álava en Unidos Podemos.
El reiterado incumplimiento por parte de una empresa de la Ordenanza Municipal de Vertidos a colector municipal, ha provocado, según recoge la respuesta de Medio Ambiente “un aporte de sueros y lácteos a la red de saneamiento que las instalaciones no pueden digerir y proporciona un aspecto lechoso del cauce del río Zadorra aguas abajo de la depuradora”.
Por este motivo, López de Uralde reitera la necesidad de que, ya estando identificados los responsables de los daños, se adopten las medidas de denuncia penal o administrativas correspondientes. “Que se aplique sin falta el principio de ‘quien contamina paga’, ya que son reiterados los vertidos de esa empresa”.
El último vertido se detectó el pasado 19 de julio. La Agencia Vasca del Agua, URA, está investigando ese vertido «incontrolado» de aguas residuales sin tratar al río Zadorra desde la depuradora de Salvatierra. Al parecer ocurrió por un fallo en el bombeo de entrada, que no fue detectado por el titular de la instalación y que provocó que «agua bruta» llegase al río sin pasar previamente por la depuradora.