EQUO considera que las medidas presentadas por el PP, en boca del alcalde Maroto, para reformar el acceso a la Renta de Garantía de Ingresos son populistas e ineficaces. Los siete requisitos presentados no sirven para acabar con el supuesto abuso que viene denunciando el Partido Popular y solo responden a la búsqueda desesperada de votos por parte del alcalde Maroto. EQUO defiende la lucha contra el fraude en este y en todos los casos, incluido el fraude fiscal que siempre obvia el Partido Popular, y contra el despilfarro del dinero público, del que Maroto nos ha dejado muchos ejemplos últimamente en su gestión como alcalde de Vitoria-Gasteiz.
Los requisitos presentados no buscan de ninguna manera luchar contra los posibles fraudes que existen en la demanda de ayudas de RGI. Las medidas del PP solo buscan conseguir que el colectivo inmigrante, tan azotado por la situación de crisis que padecemos, no pueda acceder de ninguna de las maneras a este tipo de ayudas. EQUO considera esta línea de actuación como discriminatoria, xenófoba y que no responde a la realidad social. Como ya ocurrió hace cuatro años, el PP en Vitoria-Gasteiz busca la captura de votos rescatando la bandera anti-inmigración. Para EQUO, es muy irresponsable que el PP se empeñe en presentar al colectivo inmigrante como chivo expiatorio de todos los males que aquejan a la sociedad vitoriana, cuando es uno de los colectivos que más sufre las injusticias de nuestra sociedad.
Además, algunas de las medidas presentadas supondrían poner en graves dificultades a algunas familias como por ejemplo a madres con hijos a su cargo y que no hayan accedido previamente al mercado laboral o a personas jóvenes que no hayan tenido una primera oportunidad laboral a consecuencia de la situación de escasez de empleo que vivimos y que no puedan ser sustentados por sus familias. Por otra parte, la propuesta de excluir de las ayudas sociales a condenados por diversos delitos choca frontalmente con el espíritu de la norma constitucional que promueve la reinserción de esas personas en la sociedad, frente a la venganza y al ostracismo que pretenden imponer los populares.
Respecto a las propia naturaleza de la RGI, tal y como han advertido organizaciones como Cáritas, en este período de crisis económica es más importante que nunca el refuerzo de este tipo de ayudas para que todas las familias puedan tener una vida digna. La RGI es una iniciativa que hace mejorar la sociedad ya que busca mantener la cohesión social y desarrolla el modelo de sociedad en el que queremos vivir. Eso sí, la gestión de las ayudas se debe hacer con más transparencia y datos actualizados para despejar sospechas y control y rigor para ser ecuánimes con toda la sociedad, sin apuntar con el dedo a los defraudadores y menos su lugar de origen.
Desde EQUO luchamos por una sociedad que se reconozca sin complejos a sí misma en su propia cultura y que garantice la coexistencia y el desarrollo de identidades superpuestas y compartidas, no excluyentes y enriquecedoras. Queremos que se reconozcan principios tales como la interculturalidad, la igualdad, la diversidad y la no discriminación, que se entienda la migración como un proceso recíproco, holístico y sostenible a largo plazo.
Desde EQUO defendemos las siguiente propuestas:
-
Convertir Lanbide en un organismo ejecutivo y efectivo e incluir en su Consejo de Administración a todos los agentes de la sociedad implicados en la lucha contra la pobreza y la exclusión.
-
Apoyar a las asociaciones y agrupaciones de personas voluntarias que se ocupan de las ayudas de emergencia así como las iniciativas que permitan acceder a necesidades básicas de forma no consumista.
-
Potenciar el acceso a microcréditos a través de Banca Ética con aval público para iniciar actividades empresariales, artesanales o cooperativas, especialmente enfocado al mundo de la mujer y de las y los migrantes.
-
Realizar campañas de sensibilización para prevenir comportamientos xenófobos y racistas en la sociedad vasca, en particular contra los y las migrantes.
Finalmente, EQUO apuesta por las personas, independientemente de su lugar de origen, para construir una Vitoria-Gasteiz multicultural y evitar que se convierta en una ciudad de guetos. Estamos ante uno de los mayores retos de nuestra era y las bases que se establezcan ahora tendrán repercusión en un futuro. Las sociedades del siglo XXI deben basarse en la integración y en la convivencia en diversidad.