Tras las últimas informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre la reestructuración de centros de la Universidad del País Vasco, en las que el equipo rectoral ha explicado que esta decisión no supondrá ningún ahorro económico para el erario público, EQUO Euskadi quiere denunciar que los argumentos que se esgrimen a la hora de afrontar esta reestructuración no se sostienen desde el punto de vista de la eficiencia económica, ni desde el punto de vista territorial o social; sino que es una más de las continuas luchas de poder dentro de la Universidad.
Además, EQUO Euskadi cree que esta propuesta de reorganización de los centros, como todo lo relacionado con la UPV, se ha realizado de manera sorpresiva, sin permitir el debate y la participación social incluso dentro del ámbito universitario, hasta la puesta en marcha del proyecto. Mientras que desde la UPV se vende esta reestructuración como una mejora de la organización de la universidad que nos asimila a otras universidades del Estado, EQUO cree que tras esta propuesta se esconde una cuestión ideológica, social y de poder. Ideológica, porque presupone que lo más grande es mejor y más eficiente (algo que no se cumple ahora mismo en la Universidad); social, porque además de no suponer un ahorro de costes, redundará en un peor servicio al alumnado y en una disminución de personal; y de poder, porque la disminución en el número de matrículas pondrá en clara desventaja a los centros de menor tamaño y más específicos frente a los grandes y masificados.
Además, los criterios propuestos para esta reorganización han sido presentados por la propia UPV, cuando debería haber sido el propio Gobierno Vasco. Los criterios han sido establecidos por la Universidad, que los ha utilizado de forma diferente en función del poder de los centros, dándose situaciones en las que la UPV se ha saltado sus propios criterios para mantener unos centros y reorganizar otros.
Ante esta situación, EQUO Euskadi exige que se tenga en cuenta que la UPV, la única universidad pública de la Comunidad, hasta ahora se ha organizado en tres campus territoriales para dar un servicio de calidad y cercano a la ciudadanía de los tres territorios. La centralización de la oferta educativa dificultará el acceso, minusvalorara la diversidad en la oferta educativa y produce asimetrías en nuestra sociedad.
Por último EQUO Euskadi recuerda que las decisiones en el ámbito educativo siempre han contado con la implicación de todas las administraciones vascas, por lo considera que, también en este caso, el debate debe ser abierto a la sociedad. Con esta propuesta la UPV no sólo ha renunciado a sus propios criterios, sino que ha obviado las distorsiones que este proyecto puede generar en la ciudadanía, incumpliendo así uno de los objetivos de una universidad pública, el de adaptarse al tejido social que la sustenta.