Coincidiendo con el aniversario del desastre de Fukushima, EQUO ha exigido al Gobierno el inmediato cierre de las centrales nucleares operativas en España, debido a los graves riesgos a los que se expone la ciudadanía y a la ingobernabilidad experimentada en recientes accidentes nucleares. También ha señalado al necesidad de apostar por un modelo más seguro, barato y sostenible, que esté al servicio de las personas.
En este sentido, EQUO ha recordado las terribles consecuencias que el incidente implicó para la población japonesa, como es el caso de la emisión de radioactividad a la atmósfera y al agua. Unos efectos que perdurarán durante muchos años y que aún no están controlados.
Este partido político también ha exigido al Gobierno que deje de ceder al chantaje de Nuclenor, y ordene el inicio inmediato del desmantelamiento de la central nuclear de Garoña. La central de Garoña, operada por Nuclenor (sociedad formada por Iberdrola y Endesa), ha superado ya la vida útil para la que fue diseñada, y se encuentra en parada desde diciembre de 2012. Es una central gemela de Fukushima I, la que más daños sufrió en el accidente de Japón.
A juicio de EQUO, queda de manifiesto cómo el Ejecutivo de Rajoy antepone los intereses de las grandes empresas a los de la ciudadanía. Así, el coportavoz federal de EQUO, Juan López de Uralde ha criticado que «el Gobierno está cediendo al chantaje de Iberdrola y Endesa, dos empresas que anteponen claramente sus beneficios económicos a la seguridad de la ciudadanía».
Esta formación ha señalado que los análisis realizados después del incidente de Fukushima revelan que dicha central debe acometer importantes obras de mejora de su seguridad ante accidentes, obras que de momento siguen pendientes de ejecución. Aún así, el gobierno parece ceder al chantaje de las eléctricas, y ha anunciado un real decreto que permitirá la reapertura de la central de Garoña, aún cuando todavía no ha realizado esas obras de mejora de su seguridad.
EQUO ha pedido también al Gobierno que empiece el cambio de modelo energético, desde el actual basado en los combustibles fósiles y la energía nuclear, altamente contaminantes y dependientes del exterior, hacia un nuevo modelo basado en las energías renovables, limpias y autónomas. Para Uralde «las energías renovables a fecha de hoy son una alternativa real, tanto desde el punto de vista técnico como económico, además de ser una fuente importante de generación de bienestar y empleo. Es hora de apostar claramente por las energías renovables».