- El partido Verde de Euskadi considera que las medidas que está implementando el Gobierno vasco no están resultando efectivas para cortar la transmisión del virus y pide que se retomen anteriores pautas de actuación y se refuerce urgentemente el Sistema Público de Salud
- Berdeak EQUO no comparte los mensajes de estigmatización social que están acompañando a la implantación del pasaporte COVID, en especial hacia aquella parte de la sociedad que ha decidido no vacunarse, porque pueden desembocar en una estigmatización de esas personas
- La formación ecologista llama la atención sobre la falsa sensación de seguridad que puede estar provocando la implantación del pasaporte COVID y la consiguiente relajación por parte de la sociedad en el cumplimiento de las medidas preventivas de contagio imprescindibles
El Partido Verde de Euskadi muestra su preocupación ante el mal uso que se pueda estar haciendo del pasaporte COVID por parte de la ciudadanía y de las instituciones vascas, ya que, por una parte, se está generando una falsa sensación de seguridad y relajamiento en el cumplimiento de otras medidas y por otra parte puede acabar desencadenando comportamientos discriminatorios hacia el colectivo de personas no vacunadas. Ante esa situación Berdeak EQUO emplaza al Lehendakari a que reflexione acerca de la deriva que está tomando la lucha contra la pandemia en Euskadi, donde las evidentes carencias del sistema público de salud y el abandono de medidas esenciales como el rastreo y los confinamientos se tratan de ocultar con otras medidas como el pasaporte COVID, sin un análisis sociológico previo de lo que significa como precedente.
Berdeak EQUO considera que la regulación del pasaporte COVID debe de responder a los criterios jurídicos de idoneidad, necesidad y proporcionalidad que hasta la fecha han esgrimido los tribunales para que esta herramienta no termine siendo un instrumento dirigido a estigmatizar, discriminar y/o excluir de la vida social a una parte de la sociedad que está ejerciendo su derecho constitucional a no vacunarse.
En este sentido, Berdeak EQUO rechaza algunos de los mensajes que están acompañando a la implantación del pasaporte COVID, porque pueden sembrar en la sociedad vasca recelos, miedos, división social e incluso odio hacia las personas que han elegido no vacunarse. “Las vacunas son una de las mejores herramientas de las que dispone nuestra sociedad para proteger la propia salud y reducir la circulación social del virus. Sin embargo, el hecho de que una persona no esté vacunada no significa que esté enferma. De igual manera, el hecho de que haya decidido no vacunarse no puede ni debe de ser interpretado como un ataque al resto de la sociedad, sino como el ejercicio de un derecho, legítimo y amparado por la Constitución, a no someterse a un tratamiento médico que le produce rechazo o dudas” remarca Joserra Becerra, el coportavoz del partido verde. Becerra añade que los derechos de las personas no vacunadas “tampoco no pueden condicionar el derecho también fundamental de las personas vulnerables y del personal sanitario a no poner en riesgo su vida”. En este sentido el partido verde cree que es absolutamente fundamental dotar al sistema sanitario de los recursos necesarios para evitar su colapso.
Igualmente, Berdeak EQUO advierte de que los mensajes lanzados desde las instituciones durante estos primeros días de la fase de implantación del pasaporte COVID, vinculando la vacunación directamente con la alta inmunidad, sin hacer un hincapié diario y constante en la necesidad de cumplir rigurosamente el resto de las medidas anti contagios, están trasladando una falsa sensación de seguridad. Esta percepción equivocada está generando un clima de relajación social respecto al uso de la mascarilla en los espacios cerrados y al mantenimiento de las distancias de seguridad. A juicio del partido verde esta laxitud, sumada al hecho de que las medidas que se están tomando no están resultando efectivas para cortar la transmisión del virus, está detrás de las actuales tasas de incidencia acumulada, las más altas registradas en toda la pandemia, a pesar de que el índice de vacunación de Euskadi sea de los más altos de Europa.
Ante esta situación Berdeak EQUO reprocha que el Gobierno Vasco haya desmantelado hace apenas un par de meses el servicio de seguimiento y rastreo de casos positivos, despidiendo al 95% del personal -750 de un total de 800- que trabajaba en el mismo desde el inicio de la pandemia. “El pasaporte COVID no puede ser una medida dirigida a ocultar o compensar los recortes que se están produciendo en los servicios sanitarios y en la atención primaria”, apunta Becerra. Por ello, el partido verde reclama que junto al proceso de inoculación colectiva, se refuerce urgentemente el Sistema Público de Salud y que se retomen e intensifiquen medidas recomendadas por las autoridades sanitarias europeas como el confinamiento estricto y con seguimiento; el uso apropiado de mascarillas de protección; la práctica del teletrabajo; evitar las aglomeraciones en el transporte público; la obligatoriedad de airear regularmente los espacios cerrados y se implante la utilización de los medidores de CO2.