EQUO Berdeak recrimina al Gobierno la excesiva lentitud con la que se afronta el desmantelamiento de la Nuclear de Garoña

Tras conocerse la nueva previsión manejada por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) para emprender el desmantelamiento de la Central Nuclear de Garoña, EQUO Berdeak considera que se está afrontando esa tarea con una excesiva lentitud. “Asistimos a un nuevo retraso. Esta operación se había planificado para mediados de 2021. Ahora, las nuevas previsiones de Enresa sitúan el comienzo en el 2022 y nos tememos que puedan venir más aplazamientos. Siendo conscientes de la complejidad del proceso y de las exigencias desde varios frentes, incluidas las nuestras, para que se desarrolle priorizando y garantizando seguridad absoluta, nos parece que se está dilatando demasiado en el tiempo el arranque definitivo del desmantelamiento”, han declarado desde la asamblea de EQUO Araba.

El partido verde censura también la falta de transparencia del proceso ya que aún no se ha hecho pública información alguna sobre el documento que se está trabajando sobre el desmantelamiento ni sobre el plan de gestión del combustible que determinará cómo tratar o sacar los elementos radiactivos de la planta.

Además, recientemente se anunció en una comparecencia en el Parlamento Vasco de representantes de la Comisión Interinstitucional para el seguimiento del proceso de desmantelamiento de la central que Garoña albergará 44 contenedores más de residuos radioactivos que los cinco previstos de inicio. EQUO Berdeak manifestó su preocupación por el riesgo que entraña.

La continuación de la ‘basura nuclear’ en las instalaciones burgalesas -a unos 40 kilómetros de Vitoria-Gasteiz y a algo menos de otras localidades menos pobladas-  pone en evidencia de nuevo la improvisación y mala planificación con al que el Gobierno aborda la gestión de los residuos nucleares. Teniendo en cuenta que un almacén temporal individualizado se diseña para al menos 50 años de vida, los residuos podrían quedarse allí hasta el 2070-80.

Ante esta situación, desde la formación verde se reclamará con urgencia al nuevo gobierno que se forme tras las elecciones del 10N que ser marque como prioridad la elaboración de un plan de residuos radiactivos. “Ha de abordarse sin más dilación esta problemática y más cuando el almacén de El Cabril, según estimaciones de la propia Enresa, estará lleno en 2030. Ha de estudiarse una solución definitiva para estos desechos tan peligrosos que afectan directamente sobre la salud de la población y el medio ambiente”.