Este partido político lamenta que finalmente, y tras cuatro sesiones, el Consejo Nacional de Seguridad Nuclear haya optado por aceptar la solicitud de prórroga pedida por Nuclenor relativa a la exploración de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos. La decisión se ha adoptado por tres votos favorables (del PP y CIU) y dos en contra.
EQUO, tras conocerse la decisión del Consejo Nacional de Seguridad Nuclear que ha decidido dar la prórroga de un año solicitada por Nuclenor para la central de Garoña, ha afirmado que “se trata de una muy mala noticia para la ciudadanía, que no gana nada con esta decisión, que nos aleja de un futuro sin nucleares, más limpio y seguro”.
Para EQUO, está claro que estamos ante una maniobra de Endesa e Iberdrola, cuyo objetivo último es poner en marcha de nuevo esta central, que ya debería estar cerrada pues ha superado su vida útil. Garoña fue diseñada para estar en funcionamiento 40 años y ya lleva 42.
En este sentido, la coportavoz federal de EQUO, Juan López de Uralde, ha afirmado que “no nos hace falta Garoña, tenemos electricidad suficiente si ésta central, por tanto, hay que preguntarse a quién beneficia que no cierre, porque desde luego a la ciudadanía no”.
EQUO ha recordado que en este momento en España hay demasiada potencia eléctrica instalada. De hecho la pasada Semana Santa Red Eléctrica obligó a reducir en un 20% la potencia de las centrales nucleares debido a dos factores: la alta producción de las energías renovables (fundamentalmente eólica e hidráulica) y la bajada de la demanda eléctrica).
Asimismo, Uralde ha recordado, que “Garoña es una central vieja, lo que aumenta su peligrosidad, y que tiene muchos inconvenientes serios. Para empezar su reactor es gemelo al de Fukushima, pero además es que tiene problemas de agrietamiento, desde los 80. en diversos componentes de la vasija del reactor. Asimismo, es incapaz de refrigerar correctamente el núcleo del reactor, lo que provoca un enorme sobrecalentamiento de las aguas del río Ebro”.
Para EQUO, el gobierno está plegado a los intereses de las eléctricas, en lugar de velar por los intereses de la ciudadanía. La energía nuclear es demasiado peligrosa e hipoteca el futuro de muchas generaciones ya que genera residuos radiactivos cuya vida pueden ser miles de años. Por todo esto, para este partido político, es el momento de apostar por un nuevo modelo energético, seguro y limpio, que además genere empleo de calidad y que sea el impulsor de la recuperación económica.