El pasado fin de semana el Partido Verde Europeo celebró en Utrech (Holanda) su Consejo Anual, en el que se aprobó una resolución sobre el sector del acero, ya que la crisis y los problemas que afronta son comunes en toda Europa.
En esta resolución se destaca la importancia estratégica del sector del acero para la economía europea. Los ecologistas ven con preocupación la pérdida de empleos del sector y la destrucción del tejido industrial europeo, que continuará si no se toman medidas. La competencia desleal del acero chino está afectando especialmente a Europa, por lo que el PVE exige una reforma de los instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea.
Sin embargo, el problema de fondo es que en Europa no ha existido una auténtica estrategia de modernización que permita a la industria del acero europea fabricar productos de alto valor añadido y reducir sus emisiones de CO2, en consonancia con los acuerdos de la Cumbre del Clima de París. Toda ayuda pública al sector debe estar condicionada a lograr una industria sostenible en lo social y en lo ambiental. El futuro del acero pasa por orientar la producción hacia la economía circular, la eficiencia energética y la reducción de emisiones, y aprovechar las oportunidades que brinda la transición verde de la economía (energías renovables, rehabilitación de edificios, transporte sostenible…).
La coportavoz de EQUO Rosa Martínez y candidata al Congreso por Bizkaia señala como ejemplo de industria del futuro a la planta de ArcelorMittal de Sestao, que “utiliza chatarra como materia prima, hornos eléctricos de alta eficiencia energética y posee una plantilla altamente cualificada que le permite fabricar aceros de gran calidad para múltiples aplicaciones”. Sin embargo Martínez, que ha sido portavoz adjunta de la Comisión de Industria del Congreso en la pasada legislatura, reconoce que “el hecho de que gran parte de la producción de acero en Europa se encuentre en manos de multinacionales dificulta poner en marcha una estrategia industrial europea o regional, puesto que las decisiones respecto a los centros de trabajo responden a criterios globales, y no de interés general vinculados a la economía y el bienestar del territorio”.
Puedes consultar la resolución aprobada aquí.