Acabar con la violencia machista, transformando la sociedad. Violencia machista: ¿Cuántas mujeres más tienen que sufrirla?

25NEQUO Euskadi quiere mostrar su más firme rechazo a los asesinatos machistas que se están produciendo en las últimas semanas, y que elevan a 700 la cifra de mujeres asesinadas en los últimos 10 años a causa de la violencia de género, en el Estado español. Por ello queremos denunciar la violencia ejercida contra las mujeres como la vulneración de los derechos humanos más extendida e invisibilizada, a la vez. Esta cifra, además, doblemente no tiene en cuenta los asesinatos de mujeres prostitutas, que quedan así invisibilizadas. Para EQUO Euskadi, estas mujeres son también víctimas de la violencia machista y del sistema patriarcal. La violencia sexual ejercida contra estas mujeres es la más trágica demostración de la sociedad patriarcal y es en muchas ocasiones, el último escalón de las agresiones machistas.

EQUO Euskadi condena estos asesinatos y agresiones como evidente forma de la más cruel violencia que se lleva a cabo sobre las mujeres, pero al mismo tiempo rechaza y denuncia abiertamente la hipocresía de una sociedad que condena los asesinatos pero justifica otro tipo de violencia, mal llamada de baja intensidad. Porque la violencia machista también se manifiesta de muchas otras formas: con gritos, humillaciones verbales, comentarios insultantes, chistes fáciles que degradan el papel de las mujeres. Así, una de cada tres mujeres vascas soporta alguna forma de violencia machista de alta o baja intensidad, pero lo desconoce porque no es consciente de que la relación mal llamada amor, esconde una situación de violencia de género.

EQUO Euskadi lleva denunciando hace mucho tiempo los recortes que se están produciendo en las políticas de Igualdad y a la vista de los datos expuestos, es indudable que tienen consecuencias directas sobre las mujeres. Para EQUO Euskadi, es una vergüenza para la razón recortar en las partidas que pueden evitar que las niñas y mujeres sean maltratadas, violadas y asesinadas.

EQUO Euskadi hace un análisis crítico de las políticas contra la violencia machista que se están llevando a cabo ya que las acciones que se ponen en marcha están en general orientadas hacia el tratamiento de las consecuencias de la violencia, a través de la asistencia, cuando lo que se necesita es un cambio estructural de la sociedad heteropatriarcal a través de medidas educativas de carácter integral y de la reeducación de los maltratadores a partir de la primera señal de violencia.

Las medidas que se pongan en marcha, deben abarcar no sólo a las mujeres víctimas de la violencia, sino también a los hombres como grupo objetivo. Además, las mujeres deben dejar de ser tratadas como víctimas que necesitan protección y asistencia, y deben ser tratadas como sujetos activos que luchan por sus derechos y su autonomía.

La violencia machista es una consecuencia del orden patriarcal en el que nos ha tocado vivir, y sólo cambiando este orden de forma estructural se puede acabar con ella de raíz. Por eso, las medidas que se pongan en marcha deben estar enfocadas a activar ese cambio en la sociedad.

También nos parece fundamental, en un momento en el que los datos no confirman que la violencia de género y en general las actitudes machistas se están reproduciendo, con especial gravedad, entre nuestra juventud. Por eso, desde EQUO Euskadi, exigimos políticas de coeducación que permitan formar, tanto a nuestra juventud como a las personas responsables de su formación, en valores.

Las mujeres y hombres que componen EQUO Euskadi están convencidas de que sólo así se podrá poner fin a esta lacra: trabajando conjuntamente las organizaciones sociales y políticas, instituciones y gobiernos: poniendo las bases hacia esa necesaria transformación social, reconstruyendo la educación, superando los falsos mitos sobre la sexualidad y las relaciones, y rompiendo con el modelo de familia tradicional.

“La violencia contra las mujeres continúa siendo una epidemia global que mata, lastima y perjudica física, psicológica, sexual y económicamente a millones de mujeres de todas las edades. Para decirlo alto y claro: es una violación de los derechos humanos negar a las mujeres la igualdad, la seguridad, la dignidad y las libertades fundamentales”.