- El pasado año los servicios sociales de base atendieron a 109 familias de Vitoria-Gasteiz afectadas por la pobreza energética y Cruz Roja a 152 familias, unas cifras que se incrementarán este otoño por la subida de precios provocada por la dependencia de los combustibles fósiles y la guerra en Ucrania
- El grupo municipal quiere que el Ayuntamiento estudie fórmulas para que la energía solar fotovoltaica producida en los edificios municipales no sólo cubra el abastecimiento de dichos espacios, sino que la potencia sobrante se reparta entre familias vulnerables
- “Estamos convencidos del potencial social que ofrece la implementación del autoconsumo fotovoltaico. No debemos desaprovecharlo. Las limitaciones legales establecen un radio máximo de 500 metros entre la producción de energía y el consumo, por lo que el Ayuntamiento y sus servicios sociales deberían detectar y seleccionar a las posibles familias beneficiarias residentes dentro de esa extensión”, señala el portavoz de la coalición municipal, Óscar Fernández
El grupo municipal Elkarrekin Vitoria-Gasteiz (Podemos- IU- Berdeak EQUO) ha registrado una moción que defenderá en el próximo pleno municipal del 22 de septiembre su portavoz Óscar Fernández con el propósito de que el excedente energético generado en edificios municipales se utilice para abastecer a familias vulnerables que no pueden afrontar las facturas de la luz.
Dentro de la hoja de ruta establecida por el equipo de Gobierno de Gorka Urtaran para afrontar el reto de la descarbonización se fijan, entre otras acciones de eficiencia energética, el de la instalación de 33 MW de energía solar fotovoltaica en cubiertas de edificios públicos municipales con el objetivo de generar el 100 % de la electricidad consumida en los edificios e instalaciones municipales en 2030. A través de la propuesta presentada el grupo municipal Elkarrekin quiere que el Ayuntamiento estudie fórmulas para que la energía solar fotovoltaica producida en edificios municipales- como podrían ser la red de centros cívicos, centros socioculturales de mayores BIZAN, el propio inmueble del Ayuntamiento de San Martín, los edificios de las haurreskolak o la estación de autobuses, entre otros- no sólo cubra el abastecimiento de dichos espacios, sino que la potencia sobrante se reparta entre familias vulnerables que no pueden afrontar sus facturas de la luz.
Sólo el pasado año los servicios sociales de base atendieron a 109 familias de Vitoria-Gasteiz afectadas por la pobreza energética y Cruz Roja a 152 familias, unas cifras que se incrementarán este otoño por la subida de precios provocada por la dependencia de los combustibles fósiles, cada vez más escasos, y la guerra en Ucrania.
Las limitaciones legales establecen un radio máximo de 500 metros entre la producción de energía y el consumo, por lo que el Ayuntamiento y sus servicios sociales deberían detectar y seleccionar a las posibles familias beneficiarias residentes dentro de esa extensión.
“Estamos convencidos del potencial social que ofrece la implementación del autoconsumo fotovoltaico. No debemos desaprovecharlo. Emplazamos al Ayuntamiento a que calcule los excedentes energéticos que pueden generan cada inmueble público y lo ceda a aquellas familias afectadas por la pobreza energética dentro de las limitaciones que establece actualmente la ley. Dado que el precio de la electricidad no deja de incrementarse, la búsqueda de eficiencia energética a través de energías renovables se hace cada vez más necesaria y útil. Con nuestra propuesta el aprovechamiento tendría una doble vertiente, de cara a las arcas municipales y además como respaldo a los hogares vulnerables” ha señalado el portavoz de la coalición municipal, Óscar Fernández.
El portavoz de Elkarrekin ha elegido como emplazamiento para presentar esta propuesta que aúna justicia social y eficiencia energética, la estación de autobuses de Vitoria-Gasteiz, un edificio con una fachada construida con paneles solares semitransparentes conectados en red con interior del inmueble. Toda la energía que se produce se consume en la propia estación de autobuses y no es necesario recurrir a las operadoras eléctricas.
- El pasado año los servicios sociales de base atendieron a 109 familias de Vitoria-Gasteiz afectadas por la pobreza energética y Cruz Roja a 152 familias, unas cifras que se incrementarán este otoño por la subida de precios provocada por la dependencia de los combustibles fósiles y la guerra en Ucrania
- El grupo municipal quiere que el Ayuntamiento estudie fórmulas para que la energía solar fotovoltaica producida en los edificios municipales no sólo cubra el abastecimiento de dichos espacios, sino que la potencia sobrante se reparta entre familias vulnerables
- “Estamos convencidos del potencial social que ofrece la implementación del autoconsumo fotovoltaico. No debemos desaprovecharlo. Las limitaciones legales establecen un radio máximo de 500 metros entre la producción de energía y el consumo, por lo que el Ayuntamiento y sus servicios sociales deberían detectar y seleccionar a las posibles familias beneficiarias residentes dentro de esa extensión”, señala el portavoz de la coalición municipal, Óscar Fernández
El grupo municipal Elkarrekin Vitoria-Gasteiz (Podemos- IU- Berdeak EQUO) ha registrado una moción que defenderá en el próximo pleno municipal del 22 de septiembre su portavoz Óscar Fernández con el propósito de que el excedente energético generado en edificios municipales se utilice para abastecer a familias vulnerables que no pueden afrontar las facturas de la luz.
Dentro de la hoja de ruta establecida por el equipo de Gobierno de Gorka Urtaran para afrontar el reto de la descarbonización se fijan, entre otras acciones de eficiencia energética, el de la instalación de 33 MW de energía solar fotovoltaica en cubiertas de edificios públicos municipales con el objetivo de generar el 100 % de la electricidad consumida en los edificios e instalaciones municipales en 2030. A través de la propuesta presentada el grupo municipal Elkarrekin quiere que el Ayuntamiento estudie fórmulas para que la energía solar fotovoltaica producida en edificios municipales- como podrían ser la red de centros cívicos, centros socioculturales de mayores BIZAN, el propio inmueble del Ayuntamiento de San Martín, los edificios de las haurreskolak o la estación de autobuses, entre otros- no sólo cubra el abastecimiento de dichos espacios, sino que la potencia sobrante se reparta entre familias vulnerables que no pueden afrontar sus facturas de la luz.
Sólo el pasado año los servicios sociales de base atendieron a 109 familias de Vitoria-Gasteiz afectadas por la pobreza energética y Cruz Roja a 152 familias, unas cifras que se incrementarán este otoño por la subida de precios provocada por la dependencia de los combustibles fósiles, cada vez más escasos, y la guerra en Ucrania.
Las limitaciones legales establecen un radio máximo de 500 metros entre la producción de energía y el consumo, por lo que el Ayuntamiento y sus servicios sociales deberían detectar y seleccionar a las posibles familias beneficiarias residentes dentro de esa extensión.
“Estamos convencidos del potencial social que ofrece la implementación del autoconsumo fotovoltaico. No debemos desaprovecharlo. Emplazamos al Ayuntamiento a que calcule los excedentes energéticos que pueden generan cada inmueble público y lo ceda a aquellas familias afectadas por la pobreza energética dentro de las limitaciones que establece actualmente la ley. Dado que el precio de la electricidad no deja de incrementarse, la búsqueda de eficiencia energética a través de energías renovables se hace cada vez más necesaria y útil. Con nuestra propuesta el aprovechamiento tendría una doble vertiente, de cara a las arcas municipales y además como respaldo a los hogares vulnerables” ha señalado el portavoz de la coalición municipal, Óscar Fernández.
El portavoz de Elkarrekin ha elegido como emplazamiento para presentar esta propuesta que aúna justicia social y eficiencia energética, la estación de autobuses de Vitoria-Gasteiz, un edificio con una fachada construida con paneles solares semitransparentes conectados en red con interior del inmueble. Toda la energía que se produce se consume en la propia estación de autobuses y no es necesario recurrir a las operadoras eléctricas.