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El partido verde afirma que Euskadi, fuertemente industrializada, debe afrontar esta crisis sanitaria como una oportunidad para reorientar su política económica e industrial hacia sectores verdes y relocalizados.
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“Sería un grave error salir de esta emergencia volviendo a un sistema económico que genera más desigualdad y más destrucción de la Tierra”, afirma José Ramón Becerra
De nuevo, coincidiendo con la celebración del Día de la Tierra, EQUO Berdeak reitera la estrecha relación existente entre la situación y circunstancias del planeta y la salud de la población, la calidad de vida y la economía. Tanto es así, que el cuidado del clima y de la biodiversidad del planeta contribuye en gran manera y de forma directa a evitar fenómenos climáticos adversos cada vez más frecuentes e intensos y del mismo modo, a evitar la aparición de nuevas enfermedades.
Esta interconexión, puesta en evidencia por la pandemia del COVID-19, obliga sin más excusas tanto a la política como a la economía a asumir y trabajar desde el hecho inapelable de que el planeta dispone de recursos finitos y ligados a la naturaleza, para poder así avanzar hacia una sociedad resiliente frente a las posibles crisis futuras.
De igual manera, para EQUO Berdeak la histórica caída del precio del petróleo ha mostrado lo alejado que se encuentra el sistema financiero de las necesidades reales de la población. En un contexto de confinamiento mundial, en el que únicamente se mantiene la actividad de sectores esenciales como la sanidad, la alimentación y la tecnología, el precio del oro negro -que ha movido habitualmente la economía mundial- se ha desplomado, y ha pasado a convertirse en un elemento secundario dentro de la cadena de sostenimiento de la vida.
El partido verde considera que poner fin a la pérdida continuada de biodiversidad es un elemento clave para minimizar el riesgo de sufrir nuevas epidemias en el futuro, tal y como afirma la comunidad científica. La ciencia advierte de que la agricultura industrial, la deforestación, el comercio ilegal de animales silvestres, el cambio climático y otros tipos de degradación ambiental incrementan el riesgo de sufrir futuras pandemias. Por ello es necesario incrementar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Cumbre del Clima, también en Euskadi.
Por todo ello la comunidad autónoma vasca, una región fuertemente industrializada, debe afrontar esta crisis sanitaria como una oportunidad para reorientar su política económica e industrial hacia sectores verdes. De esta forma se contribuye a la necesaria conservación de los ecosistemas y a la calidad del medio ambiente urbano. Además, estos sectores tienen un potencial de creación de empleo mucho mayor que los sectores grises dominantes en la economía vasca actual. En este sentido, EQUO Berdeak sostiene que si los responsables del Gobierno Vasco y los agentes económicos persisten en una postura contraria a este cambio, provocarán que Euskadi pierda el tren de la economía del siglo XXI y consiguientemente, quede herido de gravedad el sistema de protección social creado en las últimas décadas.
En este sentido para el partido verde, recuperar el valor y la importancia del sector primario tradicional -un sector precarizado y sometido a un modelo económico intensamente industrializado- es una medida ineludible. La producción, distribución y comercialización de alimentos locales debe asumirse como una política estratégica durante la próxima década porque producir local y consumir local es la clave para garantizar una sociedad resiliente. “Sería un grave error salir de esta emergencia sanitaria volviendo a un sistema económico que genera más desigualdad y más destrucción de la Tierra. Es el momento de variar el rumbo, tal y como como están reclamando numerosas voces de la ciencia, la economía y la sociedad, para construir una sociedad que afronte los desafíos del siglo XXI desde la cooperación, la equidad y la sostenibilidad de los sistemas naturales”.