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El partido verde considera que el Departamento de Medio Ambiente no dispone de recursos suficientes para cumplir de forma correcta con todas sus obligaciones.
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Este accidente es la consecuencia “lógica” de años de descoordinación, mala gestión e improvisación en materia de gestión de residuos.
EQUO Berdeak reclama al Gobierno Vasco que incremente los recursos técnicos y humanos de Medio Ambiente para mejorar el control sobre la gestión de los residuos. Tras los últimos hechos acaecidos en Zaldibar, el derrumbamiento del vertedero con dos trabajadores sepultados bajo los escombros aún desaparecidos y un grave daño ambiental y social aún sin calibrar, ha quedado sobradamente demostrado que el Departamento de Medio Ambiente no dispone de recursos suficientes para cumplir de forma correcta con todas sus obligaciones.
Las sospechas sobre los fallos en la inspección se acrecientan día a día. La mala gestión de los residuos llevada a cabo por Verter Recycling, sin que el departamento haya intervenido de forma más drástica, es otro hecho que evidencia falta de control técnico previo. Dejando aparte la cuestión de la tipología de residuos admitidos, detrás del derrumbe tenemos un vertedero que recibía decenas de camiones diarios, con apenas dos operarios encargados de su vertido y compactación. La prueba es que una escombrera diseñada para 35 años de vida útil ha consumido más de la mitad de su espacio de almacenaje en apenas una década. “Ese ritmo de trabajo no podía tener un buen final, ni para el medio ambiente ni para la seguridad de quienes allí trabajaban”, ha indicado la coportavoz del partido, Erika Martínez.
A pesar de que la plantilla de Medio Ambiente se incrementó en 2018 con la entrada de 4 personas nuevas, como respuesta a una reclamación en la Cámara Vasca del parlamentario verde José Ramón Becerra, los últimos acontecimientos demuestran que el departamento continúa teniendo carencias. “Hay un 80% de interinidad en una plantilla desmotivada y abrumada por la carga de trabajo.. Nos consta que no se realizan todas las inspecciones que serían necesarias porque están desbordados”, denuncia la coportavoz del partido, Erika Martínez.
Por otra parte, el partido verde de Euskadi pide al Gobierno que aclare cómo va a actuar para evitar que los lixiviados del vertedero, que presenta una alta concentración de contaminantes, acaban en el río. EQUO Berdeak considera que se han de invertir los recursos que sean necesarios para evitar ese daño medioambiental añadido.
El partido vasco alerta también de los riesgos que implicaría el traslado de residuos hacia los vertederos de Betearte en Mallabia y el de Cespa en Zalla, tal y como estudia el Gobierno, ya que esas escombreras ya han registrado antes incidentes similares al de Zaldibar. El de Zalla sufrió en un periodo de tres meses el pasado año 2019 hasta tres incendios cuyo origen y causa aún no han sido clarificadas. Por su parte, el vertedero de residuos industriales Betearte, situado en el alto de Areitio, en Mallabia, provocó una nube tóxica hace dos años tras el incendió que se desató en la escombrera. “Toda la descoordinación e improvisación en las políticas de gestión de residuos aplicadas durante años en este país, está quedando ahora al descubierto y a la vista de toda la ciudadanía mientras el propio Gobierno titubea y admite que no sabe qué hacer, a dónde llevar los residuos de Zaldibar”, lamentan desde EQUO Berdeak.