EQUO Berdeak considera que la Declaración de Emergencia Climática del Lehendakari es una medida “vacía” que no responde a las demandas “reales y vinculantes” que exige la juventud y la sociedad vasca

  • Una Declaración de Emergencia Climática debería implicar la puesta en marcha con urgencia de un programa completo e inmediato de medidas que apuntalen definitivamente el compromiso de Euskadi con un futuro más sostenible, justo y solidario.

El partido EQUO Berdeak considera que la declaración de Emergencia del Gobierno Vasco anunciada por el lehendakari Iñigo Urkullu esta mañana es una medida aparente y efectista, pero tan vacía y poco efectiva como su anteproyecto de Ley de Cambio Climático.

El partido verde de Euskadi lamenta profundamente que de nuevo se utilice un asunto crucial para el futuro de nuestra sociedad como mero instrumento de propaganda política, tal como ocurrió con el anuncio del Anteproyecto de Ley de Cambio Climático

Para EQUO Berdeak resulta totalmente contraproducente que se pinten de verde tratando de engañar a la ciudadanía y haciendo creer que se están proponiendo soluciones efectivas y transversales cuando es falso. El Lehendakari no dice la verdad. La sociedad vasca no está reduciendo sus emisiones, sino que entre 2016 y 2017 éstas han subido un 5,45%. Euskadi supera la media de las emisiones per cápita de Europa y del planeta (9,2 Tm en Euskadi, frente a 8,4 en Europa y 4,7 a nivel mundial).

Por otra parte, EQUO Berdeak comparte y lleva años advirtiendo que la lucha contra el cambio climático va a ser una oportunidad para construir una economía competitiva y climáticamente neutra tal y como ha declarado Íñigo Urkullu, pero el lehendakari no se detiene en explicar cómo se logra ni tampoco menciona que ese desarrollo, además de sostenible, ha de ser justo y solidario, una reivindicación constante de las de las y los verdes de Euskadi.

El partido verde hace hincapié en que estos anuncios van a defraudar más aún a la juventud vasca que, semana tras semana, salen a las calles a exigir medidas “reales y vinculantes”, y que no van a conformarse con meras declaraciones. Exigen a las instituciones “hechos y no palabras”, y no se les puede dar estas respuestas vacías para salir del paso. Una Declaración de Emergencia Climática debería implicar la puesta en marcha con urgencia de un programa completo e inmediato de medidas que apuntalen definitivamente el compromiso de Euskadi con un futuro más sostenible, justo y solidario.

Para ser creíble, esta declaración debería ir acompañada de un compromiso firme e inquebrantable en materia de cambio climático que el Gobierno Vasco está aún por demostrar. De hecho son demasiadas las políticas impulsadas desde el Ejecutivo que no contribuyen a lograr los objetivos de mitigación y adaptación establecidos internacionalmente, sino todo lo contrario. Desde el empeño a continuar la quema de residuos de las incineradoras, la apuesta reiterada por el gas natural como base de nuestra política energética, el “olvido” que sufren las energías renovables desde hace décadas, la política forestal de pinos y eucaliptos en lugar de los bosques autóctonos, el Plan Renove de subvenciones a la compra de vehículos contaminantes o la nula reflexión hacia la necesaria transformación del modelo industrial vasco Todas esas y otras políticas son insostenibles e incompatibles con la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.