Discurso de nuestro concejal verde Oscar Fernández sobre el proyecto de presupuestos 2018 presentado por el gabinete Urtaran
El proyecto presentado por el Alcalde es un proyecto sin ilusión, un proyecto que descarta cualquier cambio en la forma de gobernar esta ciudad y que repite el mismo modelo que se ha dado en los últimos 15 años: olvidarse de las personas para poner el ladrillo al frente. ¿Dónde están las personas? ¿Dónde está el cambio? Disuelto como azucarillo en agua.
Es muy destacable, tristemente, que, lo primero que destaque el Alcalde del presupuesto son 20 obras basadas en cemento y hormigonera. Vitoria-Gasteiz son sus personas, no sus baldosas. Pero, el PNV prefiere alargar un modelo de gobernar que está agotado y que no tiene futuro. Además, mientras la gente exige un cambio en la forma de hacer política, el gobierno sigue calcando el modelo que nos ha llevado a la peor crisis vivida en los últimos decenios.
Por otro lado, la mano de Sabin Etxea es alargada. Todos los proyectos que defiende el PNV llegan desde Bilbao, como la ampliación del tranvía al Sur por ejemplo, o llegan de presiones privadas como la ampliación de Mendizorrotza, que es aún peor. Este gobierno no tiene rumbo y se limita a “hacer lo que le mandan”; lo peor es que no obedece a las gasteiztarras, sino que obedece a su propio partido desde su sede en Bilbao.
Un año más, el aumento de ingresos no se traduce en una apuesta firme por la generación de empleo digno. También, se ignoran las necesidades urgentes que tiene Vitoria-Gasteiz: acabar con las violencias machistas apoyando la igualdad de las mujeres y el respeto a la diversidad, la transición energética y las energías renovables, la lucha contra el cambio climático, el apoyo a la economía circular o la soberanía alimentaria. El gobierno no apuesta por una Green Capital de verdad.
Las recientes experiencias de 2016 y 2017 nos dice que introducir cambios en el presupuesto es prácticamente imposible. Avanzar en una transición social y ecológica en nuestra ciudad con el gobierno del PNV es imposible. La ejecución de los acuerdos presupuestarios de 2016 y de 2017 ha rondado el 10%. Los proyectos de cambio que se han desarrollado son mínimos. Nuestra confianza en el gobierno en materia presupuestaria está rota. La experiencia nos dice que, al final, el Gobierno solo desarrolla los proyectos que le interesa, sus proyectos partidistas. Con estas premisas y con este proyecto presentado hoy, se asoma en el horizonte la prórroga presupuestaria.
Este gobierno nos decepciona; no ha entendido las demandas ciudadanas. La posibilidad de hacer otra política ha quedado al margen para que, al final, salgan los proyectos partidistas del PNV a la luz y se lleven a cabo. Ante estas premisas, no podemos continuar confiando en un Alcalde que no cumple su palabra y que no tiene el mínimo interés en hacer políticas para con las personas.
Nos entristece el proyecto presupuestario presentado hoy. Un proyecto sin ilusión, un proyecto partidista, un proyecto que no atiende a las personas.