Juantxo López de Uralde ha señalado en un acto esta mañana en Vitoria-Gasteiz que la Unión Europea trata a los refugiados y refugiadas como moneda de cambio con el Gobierno de Turquía. El proyecto de construcción europea muestra de nuevo su deterioro con un acuerdo que traslada la crisis de los refugiados fuera de sus fronteras, abandonando los valores y los principios que configuran Europa como un espacio común de libertad, seguridad y justicia, fundada sobre los valores de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad a los que se refiere el Preámbulo de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
La UE, además de incumplir la legalidad internacional, elude su responsabilidad de dar respuesta a los miles de personas refugiadas que se agolpan en su territorio y en sus fronteras mediante un acuerdo con Turquía para deportar a ese país a todos los inmigrantes, económicos y también demandantes de asilo, que lleguen a la UE a través de este país, a cambio de que los Estados miembros reasienten al mismo número de refugiadas y refugiados asentados en territorio turco.
Las medidas adoptadas, lejos de resolver problemas, provocan la apertura de otras vías más peligrosas y costosas para las personas refugiadas devueltas que pretendan llegar a países de la Unión Europea o bien el confinamiento de otros muchos en campamentos inhumanos sin ninguna perspectiva de futuro.
Las personas refugiadas son seres humanos que huyen de la guerra y buscan la protección internacional. Hacer de ellos una mercancía para el intercambio económico es inhumano y no dará lugar a una respuesta más humanitaria: pagar a Turquía no eliminará el peligro al que los sirios, iraquíes y otros están expuestos en sus propios países.
La comunidad internacional debería invertir tiempo y recursos para restablecer la paz en Oriente Medio, y los Estados miembros de la UE deberían trabajar en la puesta en marcha de vías legales y seguras para que las personas refugiadas no tengan que arriesgar sus vidas para obtener protección.
Uralde ha destacado que “manifestamos el más absoluto rechazo a la gestión de la UE y de sus Estados miembros de la crisis humanitaria de los refugiados y refugiadas en Europa. Europa tiene capacidad de respuesta pero no tiene voluntad política”.
Para hacer frente a la crisis de los refugiados, se hace cada vez más evidente la necesidad de implementar un sistema permanente de recolocación urgente, que permita actuar con eficacia ante emergencias humanitarias. También son imprescindibles los cambios a largo plazo, como la revisión del Sistema de Dublin, por el que los solicitantes han de buscar asilo en el primer país de entrada, siendo sustituido por un nuevo marco de distribución que sea justo para todos los Estados.
Unidos Podemos propone el cierre de los centros de internamiento para extranjeros (CIEs) y elaborar las modificaciones legales necesarias para garantizar el derecho de asilo, articulando canales de entrada seguros y legales al recuperar la posibilidad de solicitar asilo diplomático en embajadas y consulados de terceros países y con la concesión de visados humanitarios, la eliminación del visado de tránsito para quienes huyen de países en conflicto y la agilización de los procesos de reunificación familiar.