Texto de José Luis Salgado en su blog Mi patria en mis zapatos
Hoy es el Primero de Mayo, una fecha marcada en rojo en el calendario de todas aquellas personas que vivimos de un salario. Y como cada año, acudiremos a manifestarnos frente a los abusos del capitalismo y para reivindicar justicia social. Pero lo haré enarbolando una bandera verde, la de la ecología política, la única alternativa válida ante la situación a la que se enfrenta nuestra sociedad, inmersa en una crisis múltiple que amenaza con acabar en un colapso social de consecuencias imprevisibles si no somos capaces de revertirlas.
Y es que la lucha por el medioambiente es la lucha por la equidad y la justicia social. La alternativa al fiero capitalismo y sus alambicados mecanismos de control ya no son otros modelos productivistas como el comunismo o el socialismo. Las banderas rojas dan paso a las banderas verdes, a las que defienden un modelo diferente, no agresivo con el medio ambiente del que formamos parte. Las premisas de los -nuevos y viejos- partidos de izquierda, o de los sindicatos, no nos llevan a ninguna parte. O están anclados al pasado o son pura fantasía. Y el tiempo pasa y la apuesta por estos modelos caducos o basados en falsas premisas no van a solucionar nada. Problemas como el Cambio Climático o la llegada de nuestra sociedad a los picos de producción de diferentes materias primas, incluido el petróleo y otros combustibles fósiles en los que se basa nuestro “crecimiento”, son obviados en la agenda política, una irresponsabilidad de la que tendremos que dar cuenta a las próximas generaciones.
De todas formas, no olvidamos a quienes han luchado por defender los derechos de la clase trabajadora y hoy es el día para rendirles un justo homenaje. Pero debemos ser conscientes de que la lucha a futuro ha cambiado, que el modelo que necesita nuestra sociedad si quiere tener un futuro digno pasa por crear un nuevo modelo económico, un nuevo modelo industrial y comercial, que sea de proximidad y que respete el equilibrio medioambiental. Y que reparta el empleo para que todas las personas puedan tener unos ingresos mínimos. Que el empleo sea empleo verde, un nicho todavía a explorar a fondo. Y que la sociedad se base en ese respeto a nuestro entorno y a las demás personas con las que compartimos un planeta único, con quienes debemos ser solidarios si queremos que la sociedad lo sea con nosotros si la situación cambia y somos nosotros quienes pedimos refugio y dignidad. Por todo ello, hoy es el día ideal para enarbolar con orgullo la bandera verde de la ecología política.