IRABAZI-GANAR considera el nuevo brote de botulismo aviar en Salburua como un grito de auxilio del espacio natural reflejo de su estado de conservación. La iniciativa de izquierdas, ecologista y feminista ya viene advirtiendo durante esta semana que es necesario actuar sobre este espacio para mejorar su estado ecológico y protegerlo frente a las amenazas que le rodean, como es la reapertura de la gasolinera de Arkaute.
Uno de los problemas que amenazan el Humedal es la cantidad de agua. Los garajes mal construidos en el barrio de Salburua detraen por bombeo enormes caudales de agua subterránea de forma permanente afectando al ciclo de inundación. Para IRABAZI-GANAR, la solución pasa por caracterizar esos caudales y plantear medidas para recircularlos al sistema de los humedales, con el consiguiente ahorro para la EDAR de Crispijana.
Otro de los problemas más graves que sufre Salburua es la contaminación de las aguas, sobretodo de la balsa de Arkaute. Esta contaminación es producida por los vertidos que originan plantas depuradoras poco eficientes o en mal estado de la población de Arkaute, la granja ganadera semiabandonada y la granja modelo de Arkaute. Además, hay que sumar la posible apertura de la gasolinera y la propia contaminación que producen los campos agrícolas de los alrededores. La solución ha estos problemas pasa por captar estos afluentes en un colector de aguas residuales o, al menos, la construcción de un filtro verde. Medidas que han sido valoradas en 800.000€ en el plan de gestión del espacio.
Otros problemas que aquejan Salburua, y también la mayoría de espacios naturales periurbanos son el aislamiento ecológico y las especies invasoras. Ambas cuestiones deben ser planteadas con medidas concretas tal y como se recogen en el plan de gestión, además de incorporarlas a la planificación municipal a través de la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad y del Sistema de Infraestructura Verde Urbana.