EQUO Euskadi solicita a la Consejería de Sanidad actuaciones frente al creciente intrusismo profesional de las doulas

El Grupo de Salud y Sanidad de EQUO Euskadi ha tenido conocimiento, a través de profesionales sanitarios, de la creciente oferta, por parte de colectivos de mujeres, de apoyo físico y emocional a otras mujeres durante su embarazo. Estas mujeres se autodenominan doulas.doula_ban
La figura de la doula existe en otros países europeos, donde su actividad se encuentra reglamentada. Esta regulación no existe en Euskadi, donde habitualmente las doulas se presentan como coaches o incluso como acompañantes espirituales.
EQUO Euskadi tiene constancia de que muchas doulas están ofreciendo sus servicios a través de anuncios en los propios centros hospitalarios y de salud de la CAPV, así como a través de otros medios (fundamentalmente páginas web). Suelen prestar sus servicios en Centros de Desarrollo Personal, y muchas se están registrando como autónomas. Se conoce así mismo la existencia de “cursos de formación para doulas”, que se imparten sin ningún rigor científico y que expiden titulaciones inexistentes. El coste de estos cursos oscila entre 1.200 y 1.600 euros.
El Grupo de Salud y Sanidad de EQUO Euskadi considera que estas prácticas pueden poner en riesgo la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y son un caso claro de intrusismo en el ámbito de actuación de las matronas. La matrona es el profesional de referencia para la atención integral del proceso de embarazo, parto y puerperio, así como del bebé en su etapa neonatal. Las matronas, además de los estudios de enfermería, cursan dos años de especialización en obstetricia y ginecología antes de poder ejercer. Su actividad está regulada legalmente a nivel estatal y europeo.
La asistencia proporcionada por una matrona es la única que ofrece las garantías suficientes. La calidad de su trabajo es controlada de forma rigurosa y constante en los hospitales y centros de salud, lo que no sucede con las autodenominadas doulas. Estas personas se presentan como profesionales en materias en las que no están capacitadas ni acreditadas. Sus servicios no están regulados y por tanto están exentos de responsabilidad.
Ante esta situación, EQUO Euskadi insta a la Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco a que, previo acuerdo con los profesionales de la materia y dentro de su ámbito de competencias, regule y limite estas prácticas, con el fin de evitar posibles perjuicios, tanto a las mujeres como a los profesionales de la salud pública.