EQUO Araba considera que la ampliación del polígono industrial de Subillabide es innecesaria debido a la gran cantidad de suelo ya urbanizado que existe en este polígono y además provocaría un grave daño ecológico al aislar, aún más, al cerro de Júndiz. En un entorno híper-urbanizado, el cerro de Júndiz se comporta como un conector ecológico entre la Sierra de Badaia y los Montes de Vitoria, albergando numerosas especies de interés ecológico, sobre todo de flora, y siendo utilizando por varias especies animales para sus desplazamientos.
Para EQUO, esta solicitud no atiende a razones reales de demanda y no tiene en cuenta ni la situación actual de la industria y la economía, ni las alternativas que existen a dicha ampliación. El polígono industrial de Júndiz, a escasos kilómetros de Subillabide, dispone de una gran cantidad de suelo industrial urbanizado que no ha sido ocupado aún por ninguna empresa, tanto en su zona este como en su zona oeste. Esta disponibilidad de suelo podría absorber la supuesta demanda no satisfecha que motiva la propuesta de ampliación de Subillabide. Es absurdo pensar en la construcción de un nuevo polígono industrial cuando existen en el entorno numerosas parcelas industriales vacantes que no tienen ninguna previsión de ocupación a corto y medio plazo. Por ello, el partido ecologista insta a las autoridades competentes a que no autoricen la ampliación.
EQUO exige que se abandone la fiebre constructora de una vez por todas, una fiebre del ladrillo que tanto daño ha ocasionado a las familias tras el estallido de la burbuja y que ha sido el caldo de cultivo propicio para la corrupción política durante décadas. Por estas razones, EQUO reclama a las instituciones alavesas que, a partir de ahora, elabore proyectos pensando solamente en el bien de la sociedad y de las generaciones futuras.