Artículo de opinión de Txema Ruiz de Apodaca, miembro de EQUO Araba.
Leía esta semana sobre el Pleno Extraordinario de las Juntas Generales, donde se debatía como tema único la Ley de Sostenibilidad de Administraciones Locales, que afecta definitivamente a nuestras Entidades Menores o Concejos, entre otras, porque quieren acabar con todas ellas.
Y ahí vimos, amigas y amigos, como funciona la actual clase política que pretende representarnos a todos –aunque no todos nos sintamos representados-. Los partidos –nunca mejor dicho- presentes en las Juntas no se ponen de acuerdo ni cuando están de acuerdo; ¡qué triste! El PP promueve una barbaridad como es esta ley (y otras que han venido y más que vendrán si no lo impedimos) y el resto de partidos en contra, pero sin oposición. Porque aunque en el fondo estén de acuerdo con rechazar la ley, en la forma no. Y que si no pone esta palabra yo no lo firmo, y que si no pone esta expresión yo no lo suscribo, y así, como niños en el patio del colegio “pues yo no me cedo”. Y entonces no hay acuerdo en el rechazo, y por tanto no hay ni rechazo real, ni rechazo simbólico, ni nada de nada. Y la ciudadanía alavesa a la espera de que sus representantes políticos hagan algo. Y quien espera desespera. Y mientras desesperamos nos quitan de nuestras narices lo que es nuestro, democrático, transparente y participativo –al menos en su inmensa mayoría-; nuestros pequeños ayuntamientos, cuadrillas y concejos.
Pero estos partidos han hecho su papel, no han estado de acuerdo con las formas de sus adversarios políticos, han cumplido su rol y pueden ir a sus sedes contentos, con la conciencia muy tranquila; han seguido la consigna, aunque hayan conseguido lo contrario de lo que pretendían, lo contrario de la sensatez, lo contrario de lo queremos muchos. Ahí está ese “voto útil” que tanto nos mendigan en campaña, tirado a la basura. Han dejado a la ciudadanía*, de nuevo, sin voz ni voto.
Mientras tanto, desde otras formaciones, seguiremos trabajando y luchando por impedir que los políticos de poltrona continúen destruyendo lo que durante muchísimo tiempo ha funcionado y que realmente representa la democracia real y participativa que necesita la sociedad: nuestros concejos y entidades menores.
*Ciudadanía: dícese de esos seres indefensos pero muy agradecidos de que la ley permita dar su opinión o voto una vez cada 4 años, aunque los asuntos que surgen en ese período de tiempo sean de vital importancia para su vida.